domingo, 2 de noviembre de 2008

Einstein y los gusanos


Vivimos en un mundo en el que no siempre somos conscientes de los trucos que nos hace nuestra mente. Por ejemplo, cuando te miras en un espejo a 2 metros de distancia, puedes creer que te estás viendo en ese mismo instante, pero realmente estás mirando la imagen de cómo eras hace 16 nanosegundos (Esos 16 nanosegundos son el tiempo que tarda la luz en reflejar tu cara en el espejo y volver). Así que, en cierto modo, estás mirando al pasado. Lo hacemos constantemente. Ocurre siempre que miras por la noche al cielo para observar la Estrella Polar – aunque parece que está justo encima de ti, de hecho estás viendo la estrella tal y como era hace 630 años. Así que algo de lo que podemos estar seguros es que el tiempo no es siempre lo que parece.

Adentrándose en conceptos más complicados, algunos físicos opinan que existe un número infinito de universos paralelos en el cosmos - y que sólo vivimos en uno de ellos, sin ser conscientes de que existen los demás. A pesar de haber sido considerada como un cuento de ciencia ficción, la teoría de los universos paralelos hoy en día está directamente relacionada con recientes observaciones cósmicas. Aunque hay muchos puntos de vista distintos sobre cómo pueden funcionar los universos paralelos, una de las explicaciones más elegantes proviene de una nueva frontera en la física contemporánea: La Teoría de las Cuerdas.

La Teoría de las Cuerdas afirma que el universo está formado por pequeñas cuerdas o membranas que vibran en 11 dimensiones. En esta teoría sobre un cosmos multidimensional, los universos paralelos podrían estar separados de nosotros tan sólo por una fracción de milímetro. Nuestro universo y todo lo que hay en él podría ser una fina rebanada en una barra de pan inconcebiblemente grande.

Aunque la mayoría de estas teorías siguen dejando muchas preguntas sin resolver, el potencial que sugieren para viajar en el tiempo y manipular el pasado o el futuro es algo alucinante. El hecho de darnos cuenta de que existe mucho más universo del que nosotros somos conscientes, nos ayuda a apreciar nuestro lugar en el cosmos.

En esta física teórica y posible, para viajar en el espacio que existe entre pasado y futuro se podrían usar los agujeros de gusano. Los agujeros de gusano, también conocidos como “puentes de Einstein-Rosen(basándose en un artículo de Albert Einstein y Nathan Rosen en el que proponían un puente para poder viajar entre un agujero negro y un agujero blanco a una velocidad mayor que la de la luz) y ”túneles del espacio“, son una característica hipotética del espacio-tiempo que podría proporcionar un atajo en el tiempo entre un punto y otro. Los agujeros de gusano, parecidos a los agujeros negros, se crean por fuentes de intensa gravedad que hacen que el entramado del tiempo y el espacio se pliegue o se deforme. Al igual que un gusano puede llegar de un lado a otro de un manzana desplazándose por el centro, los agujeros de gusano pueden ofrecer un camino rápido a un lugar alternativo de este o de otros universos.

¿Entonces podemos alterar acontecimientos que ya han ocurrido? ¿Nuestro futuro puede realmente cambiar nuestro pasado? Las respuestas están abiertas.