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miércoles, 22 de abril de 2009

Somos tan leves

Kundera -aunque recuerda que Parménides se pronunció porque la levedad es positiva frente al peso, que es negativo- no dudó en titular su obra más conocida La insoportable levedad del ser. Según Kundera, "el ser" está lleno de una "insoportable levedad" porque cada uno de nosotros tiene sólo una vida por vivir: "Einmal ist Keinmal" ("una vez es nunca", esto es, "lo que sucedió una vez pudo no haber sucedido nunca"). Por lo tanto, cada vida es esencialmente insignificante, cada decisión esencialmente irrelevante. Luego, ya que las decisiones no importan, ellas son leves (ligeras, livianas): no nos atan. Pero al mismo tiempo, la insignificancia de nuestras decisiones (nuestras vidas o nuestro ser) es insoportable. De ahí la insoportable levedad del ser.

La película, con Daniel Day-Lewis

El origen es un debate casi presocrático. Es el debate de dos contrarios: por un lado, la búsqueda de una libertad individual sin sujeción a compromiso de ningún tipo, alejada de toda situación de riesgo, es decir una libertad sin cargas y sin la amenaza del dolor; por el otro lado, el vivir con el peso del compromiso y más concretamente la responsabilidad de las consecuencias de nuestros actos que, a veces, son premeditados y otras son producto de la obligación o la presión del tiempo. El temor de la búsqueda de la libertad personal está en encontrar al final que esa búsqueda no es sinónimo de la felicidad sobre todo cuando uno descubre lo poco consistente que hay en nuestras vidas. Lo dice un verso del poeta José Hierro (“todo lo di por esta nada que era todo”).

domingo, 3 de agosto de 2008

La mujer épica

Acomodadita leyendo

En La insoportable levedad del ser, Kundera habla de dos tipos de mujeriego: los líricos, que buscan en cada mujer su propio ideal y los épicos, que buscan en las mujeres la diversidad infinita del mundo femenino.

Responde a la distinción de lo lírico y lo épico que desarrolla Hegel en su estética: lo lírico es la expresión de la subjetividad, lo épico proviene de la pasión de apoderarse de la objetividad del mundo.

Así, debido a que el mujeriego lírico persigue siempre al mismo tipo de mujeres, nadie se da cuenta de que cambia de amantes, los amigos le crean permanentemente conflictos porque no son capaces de diferenciar a sus amigas y les atribuyen siempre el mismo nombre.

Los mujeriegos épicos se alejan cada vez más, en su búsqueda del conocimiento, de la belleza femenina convencional, de la que se han hartado rápidamente. Buscan cada vez más la peculiaridad y nunca salen con sus amantes.

martes, 15 de julio de 2008

¡Ay que me meo! ( de risa)

Éste sí que sabe reírse y disfrutar.

Umberto Eco en "El nombre de la rosa"nos muestra una discusión sobre la risa, entre Guillermo y Jorge:

«La risa es signo de estulticia. El que ríe no cree en aquello de lo que ríe, pero tampoco lo odia. Por tanto, reírse del mal significa no estar dispuesto a combatirlo, y reírse del bien significa desconocer la fuerza del bien, que se difunde por sí solo.» Pg. 125

Es la opinión de Jorge de Burgos. Reírse del mal también significa darse cuenta de que no existe, que es lo peor para la mente de un fraile intransigente.

En esta otra frase, Jorge sigue defendiendo su idea:

«Y así, al reír, el necio dice implícitamente: «Deum non est.»» Pg. 126.

Porque para él Dios es terquedad y fanatismo, lo opuesto al humor.

En mi opinión la risa es la antítesis del miedo. Lo mismo que la tristeza es la antítesis de la alegría y el amor lo es del odio. Por eso, la risa es temible para una concepción religiosa que se basa en el temor de dios.Los monjes medievales tenían prohibído reirse.

La trama de El nombre de la Rosa se sustenta en la aparición de una copia, dentro de la biblioteca del monasterio, del segundo libro de La poética de Aristóteles, supuestamente perdido, que estaba dedicado al estudio de la comedia antigua y al concepto de catarsis. No se sabe a ciencia cierta si existió, aunque todo parece indicar que sí. Hay varias teorías sobre su desparición aunque la más plausible es la de Richard Janko, que señala que en general la poética no fue muy popular y esa falta de interés hace que desaparezca la segunda parte en sucesivas ediciones. Eran muy leídas, en cambio,la ética , la política,etc.

En su libro "Expresión de las emociones en el hombre y los animales" Charles Darwin señala que la base evolutiva de la risa tiene por función la expresión social de felicidad y que esto otorga una ventaja de supervivencia cohesiva para el grupo. El sonreír y la risa no son únicamente expresiones humanas; de hecho, se ha observado en jóvenes chimpancés una cara juguetona con su vocalización asociada que acompaña acciones como el juego, las cosquillas o el juego de morder.

Según Kant lo que provoca la risa es manifestación de algo absurdo, un agujero en la explicación de las cosas; pone como ejemplo, que a él le parece graciosísimo, el caso de un comerciante al que entristeció tanto perder su fortuna que hasta su peluca se volvió gris.

Henry Bergson lo explica como el contraste entre los proyectos y la inercia que los trunca (como el que corre a coger el autobús y resbala por la piel de un plátano)

Clément Rosset dice que es cuando lo caótico del azar se impone de pronto sobre las apariencias del orden.

George de Santayana dice que contra la vanidad y el autoengaño, contra la verborrea por la que el hombre se cree que es la meta del universo, la risa es la mejor defensa propia.

En El libro de la risa y el olvido, Milan Kundera señala que el mundo está dominado por ángeles y por diablos, y que es necesario un cierto equilibrio entre ambos poderes:

"Si hay en el mundo demasiado sentido indiscutible (el gobierno de los ángeles), el hombre sucumbe bajo su peso. Si el mundo pierde completamente su sentido (el gobierno de los diablos) tampoco se puede vivir en él."

"Las cosas, repentinamente privadas del sentido que se les supone, del lugar que tienen asignado en el pretendido orden del mundo [...] provocan nuestra risa. La risa pertenece pues, originalmente, al diablo. Hay en ella algo de malicia (las cosas resultan diferentes de lo que pretendían ser), pero también algo de alivio bienhechor (las cosas son más ligeras de lo que parecen, nos permiten vivir más libremente, dejan de oprimirnos con su austera severidad)"

La risa es, sobre todo, un remedio eficaz contra el "espíritu de la pesadez": nos alarma y a la vez nos da gozo porque nos dispensa por un instante de nuestra obligación de mantener la coherencia, nos alivia y nos hace comprender que no somos los guardianes de lo que ocurre.


jueves, 12 de junio de 2008

Imitación y seducción

La inaccesibilidad, otro secreto de la seducción

Baudrillard dice en sus Cool Memories (I). - las únicas traducidas al castellano - : “basta que hables a una mujer de otra para despertar en ella la idea de reemplazarla “, es esa la rivalidad primordial entre las mujeres…

Señalaba Aristóteles en la Poética que el imitar es algo connatural al ser humano desde su niñez y que el aprendizaje inicial se realiza por la mimesis. El antropólogo René Girard da un paso más y en Mentirá romántica y verdad novelesca habla de la mimesis de apropiación. Girard afirma que el hombre es incapaz de desear por sí mismo; en toda la literatura, en toda la épica, de Don Quijote a Madame Verdurin, de Shakespeare a Cervantes, siempre hay un mediador, un tercero que señala y refuerza el objeto de deseo. Ya decía Lacan que el deseo del yo es el deseo del otro. Deseamos lo que desean los demás.

Kant, en un librito titulado Idea de una historia universal en sentido cosmopolita subraya lo que ya había marcado Spinoza, que es precisamente lo mismo que enfrenta a los humanos lo que los une. Como cada ser humano quiere lo que quieren los demás, pero desgraciadamente muchas veces sólo puede haber un dueño, gracias a ello, la especie humana va desplegando todas sus capas para institucionalizarse como sociedad civil ( si todos deseamos lo mismo, debe haber instituciones para regular ese acceso)…Pero esa es otra historia…

En cuanto que el mediador desea lo que deseamos nosotros, se convierte en un rival. La rivalidad se acentúa a medida que la distancia entre el sujeto y su modelo-rival disminuye. Así, por ejemplo, D. Quijote tiene como modelo a Amadís de Gaula. En cada circunstancia en que se encuentra su pregunta es "¿que haría Amadís ahora?". Todos sus deseos están mediatizados por la figura de su modelo. Pero este modelo no entra en rivalidad conflictiva con él, porque, como dice Girard, Amadís reside en un cielo inaccesible.

Aprendizaje: Para seducir, crea un rival, alguien que te marque como objeto deseado. Milan Kundera en El libro de la risa y el olvido, apunta: “Las mujeres no buscan a los hombres hermosos, las mujeres buscan a los hombres que han tenido mujeres hermosas” . Anunzio en El placer señala que “Un hombre que haya sido amado por una mujer de cualidades singulares, excita en otras la imaginación, y todas compitiendo, se consumen por poseerlo…La fascinación de D. Juan está más en la forma que en su persona.”

martes, 2 de octubre de 2007

LA VIDA ESTÁ EN OTRA PARTE

Neo Rauch

Frase de Rimbaud escrita sobre los muros en la Revolución de Mayo de 1968 y que encabezaba el Manifiesto Surrealista de André Breton.
Esta frase es el título de una novela de Milan Kundera . El protagonista, Jaromil, es víctima de un madre superprotectora. Kundera estudió la vida de los poetas y ve que suelen surgir en hogares dominados por las mujeres, como Rilke, Óscar Wilde, Rimbaud… ,Vemos a Jaromil - que vive en una sociedad de la época de Stalin - en diferentes etapas de su vida, su desarrollo como artista, su camino hacia el ser poeta, para acabar terminando colaborando con el poder convirtiéndose en delator.

Kundera trata de desmitificar la mística de la poesía como un valor absoluto. Parece que los poetas no pueden ser delatores, pero Kundera tiene gente en su entorno que lo fue y mucho. Señala que los mayores crímenes de la historia se cometieron con acompañamiento musical o versos entusiastas ( la música de acompañamiento con la que los verdugos de Auschwitz tapaban los gritos de sus víctimas). No fueron delatores a pesar de su genio poético, sino en virtud de él.
Walter Benjamin escribía en 1940 las Tesis de filosofía de la historia y decía que no existe documento de cultura que no sea a la vez documento de barbarie.