jueves, 31 de julio de 2008

La verdad y la mentira


Con toda la precampaña en Estados Unidos y el protagonismo de Hillary, recordé el caso Lewinsky, cuando Clinton pidió perdón por haber mentido a los ciudadanos. Yo creo que perdió la ocasión para lo contrario, para decir que si las relaciones con una señorita no constituyen ningún tipo de delito, la única verdad es que no se tiene ningún derecho a esperar una verdad pública de un asunto privado.

Al decir esa verdad privada como cargo público, lo que hace es falsear la relación con los electores, que nada tiene que ver con el comportamiento sexual. La verdad es algo que sólo debemos decir a quién tiene derecho a esperarla de nosotros.

Kant señalaba que se debe decir la verdad ante a todo, a todos y en cualquier circunstancia. Benjamin Constant discrepó en términos parecidos a los de arriba, pues la verdad a toda costa imposibilita la vida, que juega en diversos campos y resguarda lealtades contrapuestas.