miércoles, 24 de diciembre de 2008

Costumbrismo Raphaelista

Estoy viendo ahora mismito a Raphael en el especial de Nochebuena de TVE 1 dedicado a su persona y en este preciso momento hace un dueto que me resulta nauseabundo con la fallecida Rocío Jurado, superponiendo la imagen y voz de Raphael con videos de Rocío.

Raphael está asociadísimo a la infancia de los que nacimos al inicio de los planes de desarrollo. Era una suerte de Beatle español que no podía salir de casa sin que se le abalanzasen las fans, aunque ya tenía fama en esa España ñoña, de maricón, por lo afectado de sus movimientos.

Y con lo que relaciono siempre a Raphael es con el festival benéfico de Navidad que se celebraba en el Teatro Calderón de Madrid, todos los años, a favor de los niños pobres, presidido por doña Carmen Polo ( de Franco) - el Carmen Polo va unido a de Franco como el antiguas a pesetas actualmente -. No he podido confirmar que se celebrase exactamente el 5 de enero y por la mañana, que es lo que me suena. Lo que es inefable y exacto: que lo inaugurase Raphael que salía al escenario y saludaba al público para luego genuflexionarse ridículamente ante doña Carmen Polo - que inevitablemente estaba en un palco a su izquierda, encima del escenario - y exclamar ¡señoraaa!.

También he recordado que ya en los setenta ese mismo festival, quizá en el 71 ó 72 lo cerraron unas vedettes de alguna de las revistas que entonces se representaban, quizá la de Lina Morgan, y mi sorpresa de reprimido por el franquismo es que entre plumas medias y lentejuelas, llevaban un tanga y el culo al aire, lo que para mi fue inconcebible pues nunca vi nada igual a esa edad y en aquella época pacata.

Y enlazo con el erotismo de Rocío Jurado. Lo que se ha olvidado de es que era una bomba erótica en esos primeros 70s. Aire fresco. Actuaba en TV con unos trajes de escándalo, que tuvo que intervenir la censura alguna vez, y no solo por el escote del pecho, sino por las enormes aperturas de la espalda, que mostaban el inicio de lo que usamos para sentarnos. Y ya en plan erótico cazurro, la de las ovejitas, Carmen Sevilla era otra bomba, quién lo diría, era lo más sensual y caliente.


Parodia de Millán Salcedo del señora de Raphael