domingo, 16 de marzo de 2008

Epístola conjunta de San Pablo y Bernardo Soares a los Corintios

Fernando Pessoa

Corinto, capital de provincia romana fruto de su expansión, era la ciudad más grande de Grecia. Su condición de puerto y su prosperidad económica la habían convertido en un lugar proverbial por sus costumbres relajadas

Durante su segundo viaje misionero, Pablo estuvo allí más de un año y medio, y logró establecer una comunidad entusiasta. Pero fue precisamente en Corinto donde alcanzó su punto más álgido la confrontación del cristianismo naciente con las costumbres paganas, y apenas Pablo se alejó comenzaron a surgir graves conflictos. Advertido de ello, Pablo envió la Primera Carta a los Corintios, para responder a las consultas que le habían hecho e intentar restablecer la hegemonía cristiana.

De ahí entresaco esta coincidencia: Primera epístola a los Corintios:

"Aunque tuviera el don de la profecía y conociera todos los misterios y toda la ciencia, aunque tuviera toda la fe, una fe capaz de trasladar montañas, si no tengo amor, no soy nada. "

Fernando Pessoa, fue uno de los mayores poetas y escritores en portugués y de la literatura europea.

Con su vida discreta, Pessoa se ganaba la vida como traductor, por el día. Por la noche escribía poesía. No escribía "su" propia poesía, sino creaba bajo el seudónimo de diversos autores ficticios, diferentes en voz, estilo y modos, llamados heterónimos (de los cuales los más importantes son Ricardo Reis, Alberto Caeiro, Álvaro de Campos y Bernardo Soares). También tiene ensayos, notas, pensamientos, la obra más importante en ese campo, El libro del Desasosiego.

Pessoa, diciembre de 1934, 11 meses antes de morir:

"La emoción crecía en mi interior. Yo no soy nada, soy una ficción. Qué puedo querer yo de mí, ni de nada de este mundo, si no tengo amor, si no tengo amor. Dios mío y yo que no tengo amor."