viernes, 8 de agosto de 2008

Las matemáticas de los niños están en sus genes


1.Visto en el programa REDES del entrañable Eduard Punset:

En la Universidad de Nottingham han realizado un estudio que demuestra que los niños pequeños son capaces de sumar y restar antes incluso de aprender aritmética.


Los científicos presentaron a niños de 5 años una serie de problemas que implicaban sumas y restas aproximadas de números grandes. Sin saber nada de aritmética, los niños consiguieron resolver bien los problemas.


Estos resultados ponen de manifiesto que las abstracciones simbólicas y no simbólicas forman parte de una especie de conocimiento innato en los niños. Los autores sugieren que el aprendizaje de las matemáticas podría enriquecerse en los niños actuando y construyendo sobre esta capacidad.


Inmediatamente recordé que ésto no era ninguna novedad. El Menón, de Platón, es un diálogo en el cual Sócrates reflexiona sobre la virtud. En medio de esa reflexión, quiere probar que un esclavo analfabeto que sirve en casa de su interlocutor - Menón - sabe geometría sin haber tenido profesor ni conocimientos. Le hace preguntas al muchacho y sin darle pistas consigue que resuelva un problema geométrico complicado, pues requiere números irracionales.


Sócrates señala que si el muchacho sabe griego - o sea, habla - es apto para la prueba. Si habla, sabe geometría. Es decir, la geometría no depende de la información, es inherente a la estructura lingüística. Hay una matemática innata en los humanos.


Los de la Universidad de Nottinghan llevan 2400 años de retraso.


2. Un post mío de hace poco, que resumo y puntualizo de nuevo con el Menón:


Marc Hauser, profesor de psicología en la Universidad de Harvard sostiene la tesis siguiente:
Nacemos con un instinto moral, una capacidad que crece de forma natural en cada niño, desarrollada para generar juicios rápidos sobre lo que es correcto o incorrecto, y basada en unos procesos que actúan de forma inconsciente. Parte de este mecanismo fue diseñado por la mano ciega de la selección darwiniana millones de años antes que nuestra especie evolucionase. Otros aspectos fueron añadidos o actualizados durante la historia de nuestros antepasados, y son exclusivos de los humanos y su psicología moral.

Según Hauser existen unos principios universales e inconscientes que subyacen a nuestros juicios sobre lo correcto y lo incorrecto. Las diferencias culturales afectan a cómo actuamos frente a dilemas morales concretos (pena de muerte), pero no tanto en cómo los valoramos de una forma abstracta (matar es malo). En esto todos los humanos compartimos una innata lógica común.

Marc Hauser pretende hacer por la moral lo mismo que Noam Chomsky hizo por el lenguaje. Chomsky propuso la teoría por la cual se hizo famoso, cuya idea principal era la siguiente: si nos fijamos en la adquisición del lenguaje en el niño, los estímulos que recibe son escasos comparado con las generalizaciones que hace, con lo bien que lo aplica, no comete errores de construcción , no dice las frases al revés. Como resultado, tenemos que inferir que el niño ha nacido con cierto tipo de capacidades innatas que, en palabras del propio Chomsky, le permiten hacer “crecer” el lenguaje, no aprenderlo, sino hacer crecer como por ejemplo nos crecen los brazos.

Nuevamente aplico aquí la receta de Platón. Como recordamos, el Menón es un diálogo sobre la virtud. Sócrates, deduciendo del ejemplo de las matemáticas, afirma que igualmente, el saber de las proposiciones morales, como que es un cerdo quién abusa del débil, es inherente a la condición humana. Nadie tiene que ser ilustrado para conocer que es repugnante robar al pobre para dar el dinero al banquero. La tesis del Menón es que, tanto las proposiciones fundamentales de la ciencia como las de la moral, son innatas a los humanos.