Esa diferenciación es un error de método tremendo. No son para nada escuelas enfrentadas. Tan abstracto es el retrato de los reyes por el maestro Ricardo Macarrón - el considerado pintor de la corte, que falleció el año 2004 - como una pintura de Tàpies.
La pintura es un conjunto de manchas de pigmento con líneas, pero no son ni más ni menos figurativas. En una pintura de Tàpies figura lo que figura y en una del maestro Macarrón dice que representa al Rey, pero no tiene nada que ver con el rey biológico. No hay similitud entre la imagen y el objeto que se representa. Esas manchas planas tienen el mismo grado de abstracción que puedan tener los cuadros de Mondrian.
Tapies, tomado de su entrada en la Wikipedia
El Rey es un señor tridimensional. Que a una taza, cuando la representamos, la reconozcamos como tal se debe a que hemos educado la vista para nombrarla de ese modo. Un swajili no la reconocería, vería manchas, como nosotros en un Mondrian. Si nos acercamos a Las Meninas vemos manchas. Un gato ve un tigre en la televisión y no se asusta, no lo reconoce como tigre.
El arte es una lectura de lo real.