. Invitation for dinner. Ingrid Dance
El hombre no puede dejar de enfrentarse a las cosas porque así prueba que él no es cosa alguna. Lo primero que descubrimos de la realidad es la terquedad con que se nos opone. La vivencia primaria de la resistencia con que se nos opone el mundo precede a toda conciencia, a toda percepción o representación. Así Ortega y Gasset llamó a la realidad contravoluntad y su discípula María Zambrano define lo real como lo que me circunda y resiste.
Kant decía que la paloma vuela gracias a que el aire le ofrece resistencia. Sin ese molesto viento que nos mete arenilla en los ojos, no podrían existir los aviones. Si nada se te opone, no eres nada. Nos construimos pues, gracias a que algo se resiste a nuestra construcción. Y nuestra forma física e intelectual en particular es el resultado de ese enfrentamiento y de los millones de detalles, variantes y matices con los que tropezamos a lo largo de nuestra existencia. Por eso Hegel tituló el capítulo de su Fenomenología que trata sobre la revolución francesa: “La libertad o el terror”.