domingo, 4 de noviembre de 2007

LA PROCEDENCIA DE LA RAZA ARIA

Izquierda: Himmler de niño ( hacia 1908)
Centro: Göring y Hitler.
Derecha: Papen, Hitler y Goebbels


En 1935, en la cúpula nazi (en concreto por Himmler) se creó la Ahnenerbe (Herencia ancestral) con la misión de investigar los orígenes de la raza aria. La lingüística ya había demostrado que el griego y el latín tenían mucho parentesco con lenguas de Asia Central.

Así buscaron vestigios arios por Noruega (pensaban que en Escandinavia era donde mejor se había conservado la raza) ,el Tibet, la Islas Canarias (Madame Blavatsky, la vidente, opinaba que los arios eran descendientes de los atlantes ), etc.

No fue una teoría venida de la nada; en Alemania ya había una corriente intelectual siglo y medio antes, nacida en la ilustración - y apoyada en las nuevas investigaciones lingüísticas (Franz Bopp, 1816) - con su componente antirreligiosa y como tal negadora de la idea de que todas las razas venían de un tronco judío, como enseñaba el Antiguo Testamento.

Actualmente se sabe que los arios primigenios fueron pueblos nómadas, que llegaron al Asia Central en el 2º milenio antes de Cristo, y que aportaron la lengua sánscrita, la religión védica y un inicio del sistema de castas.

Pero todo parece apuntar que su origen eran las montañas del Caúcaso. Himmler se apuntaba a la teoría del origen en Asia Central, lo que desagradaba a Hitler, que le parecía mas coherente que los arios fuesen del norte de Europa. (Aunque ellos no daban el arquetipo; un chiste de la época decía que el ario perfecto era rubio como Hitler, alto como Goebbels, atlético como Göring y casto como Röhm - el que fue presidente las SA, antecedente de las SS y reconocido homosexual -).

Y los arios no eran portadores de cultura. La lingüista Ruth Rómer afirma que está confirmado que eran, en tiempos de las grandes culturas semíticas y sumerias, bárbaros iletrados que no habían domesticado ningún animal ni cultivado planta alguna.