Dicen que el dinero es síntoma de materialismo y que es un vicio de nuestra época.
Empero los griegos ya se lamentaban - Aristodemo dijo en Esparta algo así “El dinero es el hombre y ningún pobre es ni será jamás sabio ni honrado y mucho menos será noble …” - pasando por las sátiras de Juvenal o Quevedo con su “poderoso caballero es Don Dinero “ , Balzac, que reconoce el dinero como "el único dios moderno en el que se tiene fe". En La comedia humana lleva al detalle la contabilidad de un sociedad en la que la única tragedia es la quiebra y el banquero el que la resuelve cual "deux ex machina". ..
No ha habido constancia de ninguna época en que no se haya deplorado la fascinación frente al dinero. Al contrario, nadie se ha quejado nunca de que la gente haya perdido interés por el dinero.
El dinero no tiene nada de materialista. Si algo caracteriza al sabio materialista es su vocación de satisfacciones corpóreas en el aquí y ahora y poca imaginación para las recompensas futuras, que implican renunciar al presente . De hecho los psicólogos han verificado una íntima conexión entre el estreñimiento y el ahorro capitalista. Yo estoy seguro de que una persona materialista, al contrario, va suelta.
El dinero es teológico, tiene estrecha relación con la religión, al ser siempre promesa para el futuro, goces que vendrán, etc. El dinero, además, se va convirtiendo en crédito: fe en lo que no tenemos.
Las sociedades tradicionales se quejan de que el dinero corroe la tribu, al brindar un seguro de vida individual, pero realmente la colectividad está unida no tanto por la hermandad, sino por el “qué va a ser de mi”, por el miedo.
El dinero, además tiene una vocación subversiva: destruye las fidelidades tradicionales: a la sangre o a la tierra, por su impulso internacionalista. Marx hablo de ello. Los primeros pasos efectivos para superar las fronteras los dieron los Fugger o los Rothschild, cuyos intereses se entretenían poco en patriotismos. Los banqueros tienen en su origen algo de anarquistas (como el inventado por Pessoa) pues rompen con sus especulaciones las barreras de los estados y la autocracia de los gobiernos.
Empero los griegos ya se lamentaban - Aristodemo dijo en Esparta algo así “El dinero es el hombre y ningún pobre es ni será jamás sabio ni honrado y mucho menos será noble …” - pasando por las sátiras de Juvenal o Quevedo con su “poderoso caballero es Don Dinero “ , Balzac, que reconoce el dinero como "el único dios moderno en el que se tiene fe". En La comedia humana lleva al detalle la contabilidad de un sociedad en la que la única tragedia es la quiebra y el banquero el que la resuelve cual "deux ex machina". ..
No ha habido constancia de ninguna época en que no se haya deplorado la fascinación frente al dinero. Al contrario, nadie se ha quejado nunca de que la gente haya perdido interés por el dinero.
El dinero no tiene nada de materialista. Si algo caracteriza al sabio materialista es su vocación de satisfacciones corpóreas en el aquí y ahora y poca imaginación para las recompensas futuras, que implican renunciar al presente . De hecho los psicólogos han verificado una íntima conexión entre el estreñimiento y el ahorro capitalista. Yo estoy seguro de que una persona materialista, al contrario, va suelta.
El dinero es teológico, tiene estrecha relación con la religión, al ser siempre promesa para el futuro, goces que vendrán, etc. El dinero, además, se va convirtiendo en crédito: fe en lo que no tenemos.
Las sociedades tradicionales se quejan de que el dinero corroe la tribu, al brindar un seguro de vida individual, pero realmente la colectividad está unida no tanto por la hermandad, sino por el “qué va a ser de mi”, por el miedo.
El dinero, además tiene una vocación subversiva: destruye las fidelidades tradicionales: a la sangre o a la tierra, por su impulso internacionalista. Marx hablo de ello. Los primeros pasos efectivos para superar las fronteras los dieron los Fugger o los Rothschild, cuyos intereses se entretenían poco en patriotismos. Los banqueros tienen en su origen algo de anarquistas (como el inventado por Pessoa) pues rompen con sus especulaciones las barreras de los estados y la autocracia de los gobiernos.